Al ritmo de la cumbia, estudiantes de varias escuelas de la Arquidiócesis de Washington se reunieron el 20 de marzo del 2019 en el salón comunitario del Santuario del Sagrado Corazón, donde una marimba guatemalteca tocaba para ellos. Luego de una misa dedicada a San Oscar Romero, el grupo Marimba Linda Xelajú trajo música alegre a la recepción, la cual también incluía pupusas. Este evento para la comunidad centroamericana del área metropolitana de Washington D.C. es una de las muchas celebraciones donde la marimba de este grupo familiar se escucha.
Unas pocas semanas después de este evento, me reuní con Robert Girón—quien fundó el grupo en 1996—y dos de sus hijos, Beverly y Junior. Robert es originario de Quetzaltenango, una ciudad en el sur de Guatemala, también conocida por su nombre maya, Xelajú. A pesar de que Robert había escuchado a varios de sus familiares tocar el instrumento en Guatemala, no fue hasta que llegó a los Estados Unidos que la nostalgia se apoderó de él. Esto lo motivó a comprar una marimba, para aprender a tocar el instrumento en Maryland. Con el apoyo de su madre, Anselma León de Girón, la familia transportó la marimba a los Estados Unidos. El instrumento fue construido por Nojobel Salazar, un marimbista de Quetzaltenango.En la actualidad, el grupo es conformado por Robert y sus hijos Beverly, Jennifer y Junior—además de Jeffrey Bonilla (el esposo de Beverly), el bajista Don Mauricio Gutiérrez y el baterista Walter Sánchez. Además de hacer referencia a Quetzaltenango, el nombre del grupo también se refiere a la famosa canción “Luna de Xelajú” compuesta por Paco Pérez. Esta canción es muy popular en Guatemala, incluso algunas personas la consideran el segundo himno nacional de Guatemala. Además de las canciones folclóricas y tradicionales guatemaltecas, la familia presenta géneros de música populares como la cumbia, los boleros y el jazz—como por ejemplo, la canción “New York, New York,” la cual aprendieron de un Maestro guatemalteco.
“Me recuerdo que para los veranos mis papás nos ponían a estudiar marimba,” Beverly mencionó en relación a su infancia. “Eso nos ayudó a crecer bastante y a ser profesionales en la música. No solo tocarlo por hobby, pero como una carrera.”
"La práctica era normal para nosotros,” Junior mencionó. “Cuando éramos chiquitos, pensábamos que los demás también lo hacían. Pero nosotros íbamos a la escuela y me preguntaban, ¿qué hiciste este fin de semana? Y yo decía, ‘Tenía practica de marimba’ [y ellos me preguntaban] ‘¿qué es eso?’”
Beverly y Junior nacieron y crecieron en los Estados Unidos, pero han viajado a Guatemala y han tocado la marimba en varios lugares. Por ejemplo, Beverly tuvo la oportunidad de tocar la marimba en el Teatro Nacional.
“Me recuerdo que mi abuelo estaba ahí. Se puso a llorar porque era la única niña entre todos los hombres. Y pues fue algo… Poderoso, empowering (inspirador).”
Junior interpretó la marimba—inesperadamente—en un restaurante.
“Fue un momento de mucho orgullo. Poder llegar al restaurante, ver que hay una marimba y tener la confianza de estar en my motherland (mi madre patria), y preguntar si podía tocar y poder hacerlo. Fue un momento genial.”
Durante nuestra conversación en su casa, Robert explicó la importancia de la música para la familia.
“Formamos una familia donde nos une el instrumento musical, la marimba. A pesar de que estamos lejos de nuestro país, representamos a Guatemala.”
La marimba se considera un instrumento de herencia Africana, pero en Centroamérica es asociada con las personas indígenas y ladinas en la actualidad. Un par de meses antes de nuestra conversación, Junior me dio una clase de marimba donde explicó la estructura. Este instrumento, el cual es compartido entre varios músicos, consiste en cuatro secciones principales (de la más aguda a la más grave): piccolo, tiple, armonía y bajo. Ya que los músicos buscan un sonido denso con un zumbido que resuene, ellos golpean las teclas de la marimba en el medio, para que produzcan la sonoridad que ellos buscan.
Además de su grupo, la familia también está involucrada con la Hermandad del Señor de Esquipulas,una organización católica comunitaria en Silver Spring, Maryland, la cual le rinde homenaje al Cristo Negro de Esquipulas—una figura de madera que es celebrada por los centroamericanos el 15 de enero. De una manera similar a la marimba, la familia trajo una reproducción del Cristo Negro de Esquipulas desde Guatemala con el apoyo de la esposa de Robert, Letty Girón.
En enero, la familia se reúne y celebra en Silver Spring con otros centroamericanos. Como con otros aspectos de sus vidas, la marimba es un elemento importante de la celebración. En este caso, el instrumento acompaña las celebraciones que honran al Cristo Negro. Al iniciar el evento, ellos tocan “El Señor de Esquipulas” y cantan.
Creada en 1594 por un escultor portugués llamado Quirio Cataño, la figura de madera fue llevada a la capilla de Esquipulas (ubicada en el este de Guatemala, cerca de Honduras y El Salvador) en 1595. A través de los siglos, el Cristo se oscureció por las candelas, y su importancia ha evolucionado para convertirse en un emblema de la diversidad étnica en Centroamérica. En la actualidad, el Cristo Negro es celebrado en otras partes de los Estados Unidos, donde las comunidades centroamericanas siguen creciendo, como en Los Ángeles, New Jersey y Maryland.
Reuniendo a la familia, la marimba guatemalteca continúa resonando en el área metropolitana de Washington D.C. incluyendo las celebraciones para el Cristo Negro de Esquipulas. En el presente, las nietas de Robert Girón, Sophie de siete años e Isabella de ocho años, han empezado sus primeras lecciones en la marimba—e incluso acompañan al grupo con las maracas.
Mariángel Villalobos es una estudiante de doctorado en etnomusicología en la Universidad de Maryland, College Park. Además de su trabajo con el Mother Tongue Film Festival este verano, ella estudia la música de la comunidad centroamericana en el área metropolitana de Washington D.C. Ella es de San José, Costa Rica.