La gente crea el ambiente de la Copa Mundial. Hinchas ganan fama a través de cantos únicos, bailes, y las grandes multitudes reunidas mientras los jugadores luchan en el campo.
En medio de aplausos de todas las naciones presentes, se destaca un grito de aliento argentino. Conocido por muchos nombres, incluyendo “En Argentina nací” o “Muchachos”, la canción saluda al equipo antes de cada partido, brinda por cada gol y afirma su dominio después de la victoria. Basado en la melodía de la popular canción de La Mosca “Muchachos, Ahora Nos Volvimos a Ilusionar”, Fernando Romero creó una interpretación lírica para que la barra argentina lo use en la Copa del Mundo de 2022. Un viral video del equipo argentino celebrando su victoria contra México aumentó la notoriedad del canto en Qatar y el mundo.
Aparte de su melodía pegajosa y su popularidad hasta con Messi, la canción representa lo que significa el fútbol para Argentina y el mundo.
En Argentina nací,
Tierra de Diego y Lionel
La primera línea refleja el orgullo argentino por las superestrellas del fútbol: Lionel “Leo” Messi y Diego Maradona. Sin embargo, estos hombres tienen historias opuestas. Uno intenta convertirse en leyenda mientras que el otro ya es el epítome del sueño de la nación.
Messi dejó su país de origen a los catorce años, en medio de la crisis económica y política de Argentina en 2001. Mientras entrenaba en España, los sueños de jugar para su nación se hicieron realidad cuando la Selección Argentina lo llamó. En el Mundial de 2006, Messi regresó, abriendo camino para ser el mejor jugador del mundo, pero su país se cruzó de brazos, escéptico ante un trasplante europeo vistiéndose con la Albiceleste.
Para Maradona, los hinchas cuentan su evolución de la pobreza a la riqueza. Criado en Buenos Aires, el talento de Maradona brilló, trascendiendo su origen humilde cuando fue descubierto por los reclutadores de Boca Juniors. Ganó la Copa del Mundo en 1986, consolidándose como un faro de esperanza para el pueblo argentino. Aunque se retiró del deporte en 1997 y falleció en 2020 a la edad de sesenta años, sigue vivo en la imaginación argentina. La inclusión de Messi junto al legendario Maradona en la letra comprueba que por fin Messi se ha ganado un lugar junto a su ídolo, y el de Argentina.
De los pibes de Malvinas
Que jamás olvidaré
La segunda línea deja claro que los argentinos se niegan a olvidar la Guerra de las Malvinas. En 1982, Argentina inició una invasión de diez semanas, no oficial y sin éxito, para reclamar las Islas Malvinas, un territorio británico. El conflicto reavivó el patriotismo que el pueblo sentía por su territorio vecino, pero terminó en una humillante derrota con un estimado de 11.400 prisioneros de guerra y 650 muertos.
La letra nos lleva a cuatro años después del conflicto, cuando la victoria de Maradona en la Copa del Mundo de 1986 resonó más allá del mundo del fútbol. Su actuación en semifinales le ganó un lugar en la final y en el corazón de su nación, porque Argentina finalmente venció a Inglaterra. Maradona encarnó lo que muchos de los niños de su país sueñan con ser: el mejor jugador del mundo que deje en alto a Argentina.
A los 51 minutos de aquel partido de 1986, Argentina e Inglaterra estaban empatados 0-0 y Maradona sorprendió al mundo. Aunque solo fuera por un segundo, Maradona se convirtió en Dios. Armado de fervor por la justicia, la “Mano de Dios” volvió a vengar al pueblo argentino y sus amadas islas. La mayoría de las personas que vuelven a ver ese momento están de acuerdo que Maradona engañó a Inglaterra, golpeando la pelota en la red. Pero no importa. Inglaterra ya le había quitado tanto a Argentina que un campeonato de fútbol robado sería demasiado. Argentina necesitaba esta victoria, y Dios se la entregó.
Si bien la “Mano de Dios” podría ser una de sus jugadas más infames, el segundo punto le dio a Maradona un lugar en la historia del fútbol. El “Gol del Siglo” demostró que un niño del barrio puede superar a sus mayores enemigos.
El narrador deportivo uruguayo Víctor Hugo Morales capturó el momento gritando: “¡En la jugada de todos los tiempos, barrilete cósmico! ¿De qué planeta viniste? ¡Para dejar en el camino a tantos ingleses, para que el país sea un puño apretado, gritando por Argentina!”.
Entre lágrimas, Morales solloza: “Gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas”. El mejor jugador de su generación se convirtió en leyenda en menos de noventa minutos.
No te lo puedo explicar
Porque no vas a entender
Las finales que perdimos
Cuánto años las llore
El orgullo de Argentina es el futbol. Uno puede esperar emociones intensas por cualquier resultado, pero especialmente por las derrotas. Argentina perdió muchos partidos finales desde la Copa del Mundo de 2014 hasta la final de la Copa América de 2015 y 2016. Algunos usaron la conducta tímida y las técnicas europeas de Messi como evidencia de que es un mal capitán y un argentino impostor. Otros se solidarizaron con los jugadores como si fueran hermanos. De rabia o de tristeza, el país lloró.
Después de la final de la Copa América de 2016, la nación sintió una pérdida más allá del partido en sí. Lionel Messi renunció. En medio de constantes críticas por no haber ganado un campeonato para Argentina, Messi dijo: “Hice todo lo que pude. Duele no ser un campeón”. Atormentado por la culpa y la desesperación, el país le pidió perdón a Messi y que se regresara a casa. En una publicación de Facebook ampliamente compartida, Enzo Fernández, de quince años, buscó consolar a la superestrella escribiendo: “Verte jugar a vos con la celeste y blanco es el orgullo más grande del mundo… Gracias y perdón”. Fernández no sabía que seis años después se uniría a Messi en la selección. Los futuros jugadores se inspiran en los íconos actuales.
Messi regresó unos meses después, citando como inspiración su amor por su país y equipo. Sin embargo, la pausa demostró que Messi podía sucumbir bajo la presión de sus 40 millones de fanáticos. Necesitaba una victoria.
Pero eso se termino
Porque en el Maracanã,
La final con los brazucas
Los volvió a ganar Papá
Luego de una sequía de veintiocho años, la Selección Argentina finalmente trajo a casa un título internacional. Cualquiera puede imaginar el sentimiento eufórico de la victoria. Esta canción va más allá, haciendo alusión a la histórica rivalidad entre Argentina y Brasil.
Las dos potencias del fútbol siempre discuten sobre quién es mejor, citando a Pelé contra Maradona, Neymar contra Messi. Aunque Brasil tiene más títulos de la Copa del Mundo (cinco), Argentina (dos) insiste en su proeza. En julio de 2021, la Selección Argentina viajó al Estadio Maracanã de Río de Janeiro, donde Brasil había perdido solo un partido internacional, en busca de una victoria para Messi y su país en la Copa América.
El árbitro pitó el final, Argentina arriba por un punto y Messi se derrumbó en el campo. Sus compañeros de equipo se abalanzaron sobre él gritando: “¡Lo hicimos por ti!”. Diez títulos de La Liga, cuatro victorias en la Liga de Campeones y un récord de siete premios Ballon d’Or le dieron a Messi reconocimiento internacional. La Copa América hizo realidad su sueño de niño: triunfar representado a tu país. Pero Argentina y Messi quieren más.
Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar
Quiero ganar la tercera,
Quiero ser campeón mundial
Un Messi salió renovado de la Copa América 2021, sin la desesperación por ganar un título para Argentina. Este Mundial no se trata de que Messi se probara a sí mismo ante Argentina. Su celebración llena de lágrimas demostró que le importaba la selección nacional tanto, si no más, que los clubes de futbol. El técnico argentino Jorge Sampaoli insiste: “Messi no le debe a Argentina un Mundial. El fútbol le debe a Messi un Mundial”. En este torneo, cada hincha sufre y celebra con su equipa queriendo ser campeón mundial.
Y el Diego, en el cielo lo podemos ver,
Con Don Diego y con la Tota,
Alentándolo a Lionel
La muerte de Maradona en 2020 devastó a la nación y a sus jugadores. Los reporteros lloraron al aire, los jugadores se pusieron su camiseta en homenaje y miles se despidieron de la leyenda en el palacio presidencial. Su cuerpo descansa en las afueras de Buenos Aires junto a sus padres, conocidos como Don Diego y La Tota. Su legado vive en los jugadores que inspiró, incluida toda la Selección Argentina. Argentina fue testigo de la muerte de un ídolo y apoya a su heredero elegido. Con un apoyo abrumador, incluso de fuerzas sobrenaturales, Leo lucha por su mayor logro: el trofeo dorado de la Copa del Mundo.
Si bien la canción se centra en Argentina, su mensaje demuestra que la Copa Mundial inspira patriotismo, solidaridad y esperanza. El mundo se detiene por un mes. Las ciudades cierran, las escuelas abren tarde y las barras esperan con gran expectación que se cuente su historia. Las comunidades que han resistido o están pasando por la humillación de la crisis económica, el colapso democrático y los abusos de los derechos humanos aún pueden sentirse orgullosas de sus jugadores en el campo. Para muchos, la clasificación de su equipo es suficiente; por esos pocos partidos obtienes un lugar entre las estrellas.
Incluso si el descanso del “mundo real” dura solo un par de horas o un momento, nos mantiene con la esperanza de que algún día podamos levantar a nuestros países. Y los niños de todas las naciones pueden verse a sí mismos como héroes.
Anna Farronay es una pasante en el Centro de Tradiciones Populares y Patrimonio Cultural y es una estudiante de historia en la Universidad de Harvard. Ella quiere que Messi gane la Copa Mundial para Argentina y todo Latinoamérica.